Ni un mes ha pasado desde que la policía desalojaba el Centro Social Okupado y Autogestionado Casablanca, pulmón de los movimientos sociales antagonistas de Madrid situado en el barrio de Lavapies, a poca distancia de la emblemática plaza de Tirso de Molina. Pues bien, hoy vecinxs e individualidades volvían a okupar el inmueble desplegando pancartas en los balcones. En una de ellas se leía «CSO Magerit», nuevo nombre de este espacio.
Por la tarde, al menos seis furgones de antidisturbios permanecían en la zona, lo que auguraba problemas y por las redes sociales se fue llamando a la gente a acudir al espacio para ayudar y para echar una mano en caso de desalojo cautelar. Finalmente, los maderos se largaron a las 21:00, pero no tardaron en regresar y siendo alrededor de las 23:20, 22 furgones se presentaron en la calle de la okupa y tiraron la puerta abajo con mazas para luego irrumpir con brutalidad desproporcionada en el inmueble. Tras increpar y amenazar a las 60 personas allí presentes, las condujeron al patio interior del espacio donde les tomaron los datos en grupos de 10, desalojando nuevamente el edificio.
Según informaron numerosxs testigos a través de redes sociales (principalmente Twitter) la policía llegó incluso a disparar pelotas de goma contra los balcones de las viviendas de algunxs vecinxs que se asomaron a grabar con teléfonos móviles y cámaras los abusos de la madera, además de increpar y golpear a algunxs viandantes solidarixs.

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