Aunque todavía no habría mucha información al respecto, desde Abordaxe (aquí, a través de Todo Vigo) informan de la okupación del antiguo centro de detención que se encuentra en la ciudad olívica, frente a la piscina municipal de Traviesas. Un inmueble que a día de hoy es una de las casas más grandes de la ciudad y quizás de toda Galiza.
La propiedad, que en lo legal es propiedad de Bankia, es, según informa la asamblea de okupantes, pasó ahora a ser propiedad de todxs y fue rebautizada como «Centro de desobediencia civil», un lugar donde esperan se aloje un espacio social y de uso público para desenvolver todo tipo de actividades.
En el inmueble, construido por falangistas, se encuentra una zona que, durante la guerra y tiempos de la dictadura, sirvió como centro de torturas y asesinato para personas disidentes con el régimen franquista. En los alrededores de la casa, los asesinos a sueldo de la derecha fusilaron rebeldes y en su interior, llevaron a cabo torturas innombrables, como atestiguan los carteles de azulejos que todavía advierten en sus paredes cosas como que «Hay gustos que merecen palos» o «Para ese viaje no se necesitan alforjas». Es curioso que un lugar triste que, en su día, alojó toda la brutalidad de un régimen asesino que condujo a una guerra y a una dictadura durante 36 largos años, se haya convertido ahora en un espacio para todas, donde desarrollar actividades y alternativas a la «democracia» heredera de la sinrazón franquista.
Imagen